Una Infraestructura de Clave Pública (PKI) es fundamental para establecer un entorno empresarial confiable y seguro al poder verificar e intercambiar datos entre múltiples entidades que pueden ser usuarios, redes, aplicaciones o máquinas. El propósito de una solución PKI es crear un entorno de confianza para las entidades conectadas. Una PKI funciona a través de la implementación de dos tecnologías: certificados digitales y llaves criptográficas.
Al emitir un certificado digital, la PKI crea el enlace criptográfico entre el par de llaves de la entidad individual y la propia entidad. La tarea más importante de la PKI es crear una cadena de confianza: en cualquier entorno conectado, cada entidad del entorno puede confiar implícitamente entre sí confiando explícitamente en la CA raíz de la PKI. Esta cadena de confianza permite una conexión, comunicación e intercambio de datos seguros dentro del entorno de PKI de confianza.
Con la implementación de una PKI o Infraestructura de Clave Pública, cualquier organización puede gestionar y administrar la generación, expedición, revocación y validación de certificados digitales.